sábado, 22 de septiembre de 2007

EL PROBLEMA DE LA IMPORTACIÓN DE GAS NATURAL

EL PROBLEMA ECONÓMICO DE LA IMPORTACIÓN DE GAS NATURAL EN MÉXICO
Alternativas Energéticas para el Siglo XXI

INTRODUCCIÓN
Inicio este ensayo con cuatro preguntas básicas que a lo largo del mismo trataré de responder ¿Qué se debe hacer para dejar de importar Gas Natural para el abasto del mercado nacional?, ¿Hasta cuando están garantizadas nuestras reservas petrolíferas?, ¿Debemos seguir basando nuestra política energética en recursos naturales no renovables? ¿Existen alternativas de producción energética para nuestro país?

EL PROBLEMA DE LA IMPORTACIÓN DE GAS NATURAL.

México ha sido por muchos años uno de los tres principales suministradores de petróleo crudo importado de Estados Unidos, país que a su vez ha venido exportando volúmenes importantes de gasolina y de gases líquidos del petróleo a México.

Quizá no hemos entendido que ningún país exportador de crudo se ha desarrollado por el simple hecho de vender petróleo. Es necesario que esa materia prima sea procesada dentro del país con la finalidad de darle valor agregado refinando y produciendo nuevos productos derivados del petróleo que tienen en el mercado internacional gran demanda.

Desde el descubrimiento de nuevos yacimientos petrolíferos durante el Sexenio de José López Portillo, no nos hemos preocupado por desarrollar suficiente infraestructura para procesar la materia prima que la naturaleza concedió a esta franja de tierra que se llama México.

Lo anterior ha llevado a vender nuestra riqueza sin más, regalando mano de obra que otros países emplean para producir combustibles que nos regresan a precios altísimos (costo de oportunidad), desperdiciando así las ventajas comparativas que tiene la nación mexicana.

Por otro lado la excesiva importación de combustibles ha significado una fuga inmensa de divisas que bien pudieran haberse empleado para desarrollar otros sectores productivos estratégicos como el alimenticio, por citar uno.

En México estos dos productos significan el combustible del motor del desarrollo del país, por lo que debiéramos considerar ahorrarnos una gran cantidad de recursos monetarios decidiéndonos de una buena vez a aumentar la producción de estos combustibles que al parecer van a requerirse durante varios años más.



EL GAS NATURAL
El Gas Natural Licuado (GNL) es el mismo gas natural en forma líquida que se utiliza como combustible en las plantas eléctricas, en las industrias y en los hogares, y hasta en los camiones del servicio de transporte de algunos condados del Sur de California. Es un combustible que se considera más limpio, eficiente, seguro y económico. El GNL es el mismo gas natural que se enfría a una temperatura de –161 grados centígrados para poder obtener un líquido transparente e incoloro. El proceso de condensación del gas natural lo convierte en un líquido, con un volumen 600 veces mucho menor. El GNL es inodoro, incoloro, no corrosivo y no tóxico. Actualmente el uso del gas natural licuado en comparación con otros combustibles, es más barato y menos peligroso.[1]


[2].


ALTERNATIVAS DE POLÍTICA ENERGÉTICA.

Habría que cuestionar la política energética actual de producir electricidad solamente en base de gas natural: Actualmente con un precio del gas de 6 dólares por millar de pies cúbicos, resulta un costo que duplica al de generar con combustóleo utilizando las plantas disponibles de CFE.

Construir plantas de generación eléctrica contiguas a las refinerías, que utilicen combustibles líquidos (residuos de alto vacío) en lugar de gas natural, representaría ahorros muy importantes: Con una inversión de 2,000 MD en una refinería, se evitaría la importación de 4,000 MD en gas natural.

En el sector eléctrico se ha utilizado un esquema similar al de CSM en PEMEX: Los productores independientes hacen la inversión en plantas, y también ejecutan la operación y el mantenimiento; los costos de capital se cubren con una tasa de descuento a 25 años del 12.5% anual. El interés actual está al 3% anual: Si CFE consiguiera créditos internacionales a esa tasa, con los mismos pagos se cubrirían las plantas en 12 años, y serían patrimonio nacional.

En lo referente a los paquetes de obras de transmisión y transformación que se están asignando a consorcios extranjeros, mediante esquemas de pago diferido (Pidiriegas): Ellos financian a 10 años el pago diferido de las mismas con una tasa de descuento de 10% anual; los precios unitarios se han duplicado y hasta triplicado, respecto de los que ofrecen las empresas medianas mexicanas que han sido desplazadas.

Ahora que el mismo Banco Mundial cuestiona las políticas neoliberales de apertura y privatización de empresas públicas de infraestructura, nuestros gobernantes deben considerar con seriedad nuevos modelos económicos: Que permitan reactivar la economía con un enfoque nacionalista independiente; que deriven en el aprovechamiento de nuestros recursos naturales, para beneficio de los mexicanos; que impidan el desplazamiento de las empresas mexicanas por parte de las grandes trasnacionales.

[1] Alejandro Díaz-Bautista “Apertura y Liberalización en el Sector de Gas Natural Licuado (GNL) en México” La Jornada. Noviembre 5 del 2006

[2] Programa Sectorial de Energía (11/enero/2002)